Cooperativa de exreclusos factura 1 milhão de euros por ano com reciclagem de madeira.

Fernando no pudo conseguir trabajo debido a su condición de ex convicto, así que decidió abrir una cooperativa junto con otros ex reclusos y hoy facturan 1 millón al año.

Fernando de Figueiredo cumplió seis años de condena en la cárcel de Papuda, en Brasilia (DF) por robo y hurto de autos. Al ser ex convicto, Fernando no podía conseguir un trabajo, fue entonces cuando decidió abrir su propio negocio y fundó la cooperativa Sonho de Liberdade junto con otros liberados del sistema penitenciario.

Según Fernando, el negocio comenzó con un grupo de 10 colegas que no podían encontrar trabajo. Mientras aún estaban en la cárcel, adquirieron la práctica de fabricar balones de fútbol, así que, ya en libertad, continuaron la producción de balones y los vendían de puerta en puerta.

Después de dos años de trabajo, la competencia china afectó sus negocios y sus ventas cayeron más del 50%. De esta forma, la empresa tuvo que cambiar su símbolo, el balón, y en 2007 comenzaron a trabajar con el reciclaje de madera de construcciones civiles y la madera depositada en el vertedero de Brasilia.

Fernando señala que entre sus clientes hay dos grandes empresas del sector agroindustrial, Cargill y Bunge. "Vimos una nueva oportunidad de negocio, ya que había una montaña de madera frente a nosotros", explica Fernando. La cooperativa hizo una asociación con la UNB (Universidad de Brasilia), fue entonces cuando comenzaron a dar resultados, y crearon una línea con seis productos.

Los cooperativistas afirman que reciclan 1500 toneladas de madera al mes, separan la madera, que será triturada y luego vendida a industrias, donde se utilizan como combustible en calderas. Otra parte de la madera se trabaja para la producción de muebles rústicos. La UNB se encargó del diseño de los muebles y estos productos se producen a medida para restaurantes, tiendas y empresas.

A pesar de que el reciclaje de madera es el enfoque principal de la cooperativa, la producción de balones no se detuvo, la cooperativa todavía produce alrededor de 300 balones al mes. Estos balones se venden a $35 cada uno, sin embargo, su comercialización es solo para eventos benéficos y regalos corporativos.

La inversión de la cooperativa en equipos fue de $450,000, que se destinaron a la compra de camiones, sierras y trituradoras. Para Fernando, la cooperativa está consolidando un proyecto social, ya que brinda una nueva oportunidad a los ex reclusos, que en su gran mayoría no pueden integrarse al mercado laboral.

La cooperativa Sonho de Liberdade está ubicada en la Ciudad Estrutural, un barrio necesitado de Brasilia, ya que es el lugar donde residen la mayoría de los cooperativistas, mientras que la sede se encuentra cerca del vertedero sanitario, facilitando la recolección del material que será reciclado por la cooperativa.

Vea el video del triturador de madera triturando la madera para el reciclaje: