Planta de compostaje
La correcta separación de los residuos orgánicos permite su uso en compostaje, mientras que los desechos que aún no están listos para este proceso pueden regresar al ciclo de tratamiento. Esto reduce significativamente los desechos finales destinados a los vertederos. Los residuos para compostaje pueden provenir de diversas fuentes, como áreas industriales, rurales y metropolitanas, a menudo contaminados o inadecuados en tamaño y forma. Estos materiales deben pasar por sistemas de tamizado y clasificación para eliminar impurezas y separar los productos que aún no son compostables.
Cuando los residuos orgánicos se depositan incorrectamente en vertederos a cielo abierto, acumulando suciedad e insectos, esto causa graves problemas ambientales. El lixiviado resultante contamina el agua subterránea y el gas metano liberado es 23 veces más perjudicial que el dióxido de carbono. La Ley de Política Nacional de Residuos Sólidos (número 12.305, del 2 de agosto de 2010) fue creada para combatir estos problemas, promoviendo la sustitución de los vertederos por vertederos sanitarios.
Sin embargo, la implementación de vertederos sanitarios enfrenta dificultades debido a los altos costos. Como alternativa más económica, el compostaje surge como una solución viable para el tratamiento de residuos orgánicos. Este proceso biológico de descomposición permite reutilizar los residuos orgánicos, evitando su acumulación y proporcionando abono para el suelo.
El compostaje ofrece numerosos beneficios ambientales y financieros:
- No libera gas metano, extremadamente perjudicial para el medio ambiente.
- Reduce el volumen de basura destinado a los vertederos, ahorrando costos de disposición.
- Ahorra en el tratamiento de efluentes.
- Reutiliza residuos orgánicos, produciendo abono de alta calidad.
- Elimina patógenos debido a las altas temperaturas alcanzadas durante el proceso.
Tradicionalmente, el compostaje utiliza materiales de origen agrícola, que generalmente están libres de contaminantes y, cuando se compostan correctamente, producen fertilizantes orgánicos de buena calidad para uso agrícola. El proceso se puede realizar en cualquier zona climática y los residuos orgánicos de los vertederos reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorando la fertilidad del suelo al aumentar el contenido de humus.
Actualmente, los compostados se pueden producir a partir de otras fuentes orgánicas, como residuos de industrias agrícolas y alimentarias, que varían en la relación carbono/nitrógeno (C/N). Los residuos de horticultura, arboricultura, empresas de jardinería, podas urbanas y jardinería también son materias primas adecuadas.
El compostaje es el método más eficiente para el tratamiento y estabilización de residuos orgánicos, produciendo un producto higiénico y útil a costos aceptables. Dada la creciente preocupación por la contaminación y la escasez de recursos naturales, la estabilización biológica de los residuos sólidos orgánicos permite reciclar nutrientes y utilizar la materia orgánica.
Los residuos sólidos urbanos, como los resultantes de la poda, generan volúmenes considerables de material vegetal que pueden triturarse para compostaje, reduciendo los daños ambientales y la presión sobre los recursos naturales. Este procedimiento permite la producción de compost para uso agrícola, producción de plántulas y jardinería, reciclando nutrientes y prolongando la vida útil de los vertederos de residuos.
La implementación de sistemas de trituración para compostaje en plantas es una estrategia importante para minimizar el volumen de residuos sólidos destinados a vertederos. Esto también favorece la producción de plántulas y la jardinería en áreas urbanas, evitando la extracción de suelo fértil de áreas naturales. El uso de residuos compostados para fertilizar contribuye a la sostenibilidad ambiental y genera ahorros para el erario público.